Hay un arte que muchos practicamos y casi no nos damos cuenta.
La inconsistencia es algo tentador, siempre esta ahí esperando el momento indicado cuando nos sintamos desorientados de nuestro propósito y de nuestras metas.
Espera que bajemos la guardia para infectarnos de pereza, quitarnos los ánimos, convertirnos en nuestro propio enemigo para impedir cumplir nuestros objetivos.
Empieza como algo pequeño, hasta darnos cuenta que lo que empezó como algo «de un día» se ha prolongado mucho más.
El típico ejemplo de plantearnos hacer ejercicio de manera regular, y un día decidimos no hacerlo (inconsistencia), luego no fue un día, ya llevamos una semana sin hacer ejercicio. Así hasta que decidamos volver a nuestro propósito. Lo mismo aplica en nuestros estudios, proyectos a realizar,compromisos, etc. etc.
Por eso es importante recordar, tener claro y enfocarnos de manera diaria cuál es nuestro propósito y objetivo. Esto nos dará más fuerza para los momentos en que nos sintamos sin ganas de continuar el proceso.
Tengamos el ánimo de ser constantes en todo lo que deseamos realizar y no dejarnos vencer por la inconsistencia. A veces esto es por falta de decisión en lo que queremos realizar. O que opinan? Deje su comentario…