Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 25 de diciembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Botanista, vulcanólogo, geólogo, biólogo, científico social, historiador, arqueólogo. De las ciencias naturales a las humanidades y las artes, Alexander von Humboldt fue una figura clave en el estudio de la globalización de la ciencia a través de la creación de redes transatlánticas en Europa y América.
Sandra Rebok, historiadora de la ciencia de origen alemán, se ha dedicado durante más de 20 años al estudio de la figura y obra de Alexander von Humboldt. Actualmente, su investigación —realizada en España, Alemania, Estados Unidos y Francia— se centra en el estudio de redes científicas, la globalización del conocimiento y las colaboraciones científicas transnacionales durante el siglo XIX.
“La historia no solo es el pasado, hay ciertas cosas que permanecen en el tiempo y eso pasa con la visión interdisciplinaria que tenía Humboldt. Le llamamos interdisciplinario, aunque no es el término correcto, en el sentido de que en su época no había las disciplinas en la forma en que hoy se conocen. Él tenía una visión holística, global”, describió en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
La separación de disciplinas académicas ocurrió en la segunda mitad del siglo XIX, posterior a Humboldt (quien nació en 1769 y murió en 1859). Para él, era normal tener una visión en la que estudiaba el conocimiento desde diferentes ángulos, lo comparaba, contrastaba y, al juntarlo, creaba nuevos conocimientos. “Eso lo hicieron otros de su época, pero la manera tan global como lo hizo Humboldt fue extraordinaria”.
Mientras Humboldt hablaba de la armonía de la naturaleza, Charles Darwin —y con él, la teoría de la evolución— tenía una visión distinta que apuntaba a la lucha del más fuerte. Según Rebok, en los últimos años la visión de Humboldt ha tenido más fuerza, pues se busca un enfoque global para enfrentar problemas actuales como el cambio climático.
“Otro aspecto importante es el trabajo en redes. Él, en su época, con los métodos que tenía, utilizaba en principio la misma idea de buscar información, preguntar a gente, pedir que le mandaran información, contrastar; sabiendo el conocimiento que había sobre un cierto tema, podía avanzar añadiendo su conocimiento. Eso es algo que me parece muy fascinante”, apuntó Rebok.
Las huellas de su paso por la Nueva España
A más de siglo y medio de su muerte, su figura sigue siendo un referente en el ámbito de la investigación científica a nivel mundial. Recientemente, se llevó a cabo el IX Congreso Internacional e Interdisciplinario Alexander von Humboldt y los Viajeros por Yucatán, en el que más de 200 académicos de diversos países se dieron cita para compartir sus visiones en torno al explorador, así como alrededor de una variedad de viajeros que influyeron en las ciencias y las humanidades.
“Lo que pasa con Humboldt es que él viene de una tradición ilustrada, pero es excepcional en el sentido en que es un todólogo. Ya habíamos tenido muchos expertos, pero casi todos se dedican a una cosa o a otra, mientras que Humboldt tiene una visión universal de lo particular; además de que es muy metodológico. Es muy organizado”, explicó María Fernanda Valencia Suárez, vicepresidenta de la novena edición del congreso.
Cuando Humboldt llegó a la Nueva España en 1803, fue el primer viajero extranjero protestante al que se recibió oficialmente, pues llevaba consigo una carta del rey español Carlos IV. Se le permitió tener acceso a documentos y piezas de gran importancia, incluso se desenterró la Coatlicue para que pudiera verla, además de platicar con los científicos de la época, afirmó Valencia Suárez, quien está adscrita al Centro Peninsular en Humanidades y en Ciencias Sociales (CEPHCIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además, el explorador fue muy prolífico en su obra y un excelente promotor de la misma, logrando que, en vida, sus escritos circularan, se conocieran y se volvieran un referente importantísimo para cualquier científico de la época.
“Se va, publica textos sobre la Nueva España y esos textos también se vuelven una referencia, sobre todo a partir de que surge México como una república. Sirven incluso para fines políticos y tan específicos como delimitar una frontera. Entonces, en cuestión práctica, se vuelve un referente inmediato para los mexicanos, pero también para cualquier viajero”, resaltó.
¿Ciencia política o ciencia abierta?
Fue en España donde Alexander von Humboldt consiguió un permiso para poder viajar a las colonias españolas, durante un tiempo en que dicho permiso no se otorgaba a los extranjeros, mas que en el caso de naturalistas de origen extranjero que se incorporaban en proyectos españoles, siempre bajo control y dedicación específica.
“Lo que pasaba con Humboldt fue totalmente distinto. Se le dio un permiso muy amplio, se le dio toda la libertad para llevar a cabo su investigación y se dio la instrucción a los oficiales de prestarle todo tipo de apoyo, por lo que me interesaba saber cuál era el interés de la Corona Española, cuál era la expectativa, ¿cumplió Humboldt la expectativa?, ¿de qué manera se preparó para este viaje?”, fueron algunos de los planteamientos en los estudios de Sandra Rebok.
Durante 15 años, la investigadora alemana se ha especializado en la relación de Humboldt con los Estados Unidos, particularmente en su conexión con Thomas Jefferson, quien fue presidente de dicho país en el momento de su visita, en primeravera de 1804.. En su libro más reciente (Humboldt and Jefferson: A Transatlantic Friendship of the Enlightenment, 2014), discute el intercambio intelectual entre ambos personajes.
“Me interesaba saber por qué Humboldt fue a los Estados Unidos, cuándo tuvo la idea de hacer este viaje, qué hizo ahí, cómo vio los Estados Unidos. Él era un viajero con ideas muy ilustradas y qué es lo que encontró ahí que no encontró en un sistema colonial. Cuál era la información que intercambió, y ese es un tema que se critica en México”.
A Humboldt se le ha criticado de espía para España, de agente para el gobierno norteamericano, e incluso se dice que vendió la información de México a Jefferson. “Él pasó información, pero porque pensaba que la información debía circular libremente. Quería crear conocimiento y divulgarlo, no quería crear conocimiento solamente para la Corona Española ni para el uso exclusivo de cualquier otro poder politico. Que el conocimiento esté a la disposición de todos es una actitud que hoy tienen los que siguen la idea de open access. Humboldt también la propagaba ya y fue criticado”, señaló la investigadora.
Año temático “Humboldt y las Américas”
Como conmemoración de los 250 años del nacimiento del explorador de origen prusiano, 2019 se ha declarado como el año temático Humboldt y las Américas en Alemania, una iniciativa para conectar Alemania con Iberoamérica.
Como parte de esta iniciativa, la investigadora trabaja como asesora para el Instituto Alemán de Relaciones Culturales Exteriores del gobierno de Alemania, con el propósito de interconectar intereses entre ambas regiones y conocer las diferentes imágenes que existen en torno a Humboldt.
“Conocer esta visión critica, y los motivos para ello, también es de interés en el contexto de esta conmemoración”.
Para la investigadora, las actividades que forman parte de la conmemoración pretenden que no solamente se contemple la figura histórica, sino plantear qué se puede aprender del pensamiento de Humboldt para enfrentar los problemas y retos del mundo contemporáneo.
“En el contexto de la iniciativa, se valora mucho ver en los temas como la globalización, el trabajo de redes, el trabajo científico cooperativo, temas como open science y open access, porque él recogió información y la circuló libremente, y eso pudo gustar o no gustar a los gobiernos, pero no era decisivo para él, porque no quería producir conocimiento para dejarlo al uso exclusivo de un cierto gobierno”, indicó.
Debido a su importancia, a lo largo del tiempo, Humboldt ha sido apropiado de muchas maneras distintas: ha sido asociado con la masonería, el Destino Manifiesto (para justificar la expansión de los Estados Unidos hasta el Pacífico) y se le ha nombrado líder de la Independencia, dada su relación con Simón Bolívar.
“Lo que intento para el año que viene es no repetir esa instrumentalización de su persona. Tampoco hace falta que a Humboldt le atribuyamos la autoría o el origen de conceptos e ideas, que han sido desarrollados por otras personas menos conocidas que él. Humboldt tampoco era el primero que se interesó por el impacto del ser humano sobre el medio ambiente. Hubo otras personas que lo han estudiado antes o que han desarrollado conceptos parecidos. Lo que pasa es que Humboldt tenía la ventaja de que tenía todos los canales de difusión abiertos”.
Para la investigadora, no es necesario poner en pilares erróneos al explorador con estas atribuciones, porque sin ellos ya era suficientemente grande. En cambio, resaltó como una de sus contribuciones más innovadoras y trascendentes su capacidad de recopilar datos, analizarlos y llevarlos a nuevos niveles de complejidad.
“Por ejemplo, si leemos sus obras, me parece fascinante cómo él estudia el pasado y con esa información llega a hacer previsiones para el futuro. A principios del siglo XIX, ya tenía clara la importancia que iba a tener para los Estados Unidos el oeste cuando se incorporara años después”.
Como parte de su trabajo en la preparación el año temático de Humboldt y las Américas, Sandra Rebok ha realizado viajes a Ecuador, Colombia y México para conocer la imagen que se tiene del explorador, así como para promover la lectura de sus obras.