¿Cuánto tarda en degradarse el plástico? La respuesta más simple y directa es: cientos de años. Quizá más. La mayoría de los plásticos no son biodegradables, es decir, no pueden ser desintegrados por microorganismos, tales como hongos y levaduras –los responsables de realizar este proceso natural biológico–, sino que deben ser tratados por métodos de reciclaje (mecánico, químico; también es usado como combustible).
El problema es que este producto no siempre se desecha de la manera correcta por lo que muchas veces termina en las calles, vertederos o flotando en los océanos; de hecho, se estima que de los 8,300 millones de toneladas de plástico que los humanos hemos producido desde la década de 1950 hasta hoy, la gran mayoría reside todavía en vertederos al aire libre o en la naturaleza. Más de la mitad de todo ese plástico se produjo después del 2004, debido al auge que comenzó a tener su uso en la última década.
Los expertos advierten que, de continuar con esta tendencia, para 2050 unos 12 mil millones de toneladas métricas de desechos plásticos estarán contaminando el ambiente.
Datos y cifras
Los mayores productores de desechos plásticos per cápita son Estados Unidos, Japón y la Unión Europea.
- Botellas: alrededor de 500 años.
- Suela de zapato de 10 a 20 años.
- Hilo de pesca: 600 años
- Colilla de cigarro: de 1 a 5 años
Cada minuto se compran en el mundo un millón de botellas de plástico. Sólo 7% de las que se fabrican se usan para crear nuevas.
Cada año se utilizan cinco billones de bolsas de plástico.
- Pañal: 450 años
- Globo: 6 años
- Bolsa: 55 años
- Cubiertos de plástico: 400 años
- Vaso: de 65 a 75 años
Antes de 1980 el reciclaje y la incineración de plástico eran insignificantes.
Si se continúa como hasta ahora, para 2050 habrá más plástico en los océanos que peces.
La producción mundial de resinas y fibras aumentó de dos millones de toneladas en 1950 a 380 millones de toneladas en 2015.
¿QUÉ DAÑO PROVOCAN?
Por ejemplo el plástico en el mar al degradarse se convierte en millones de microfragmentos que llegan al organismo de los animales marinos, quienes son incapaces de distinguirlos de la comida. Además de que su ingestión puede atrofiar su sistema digestivo, algunas especies como aves marinas o tortugas suelen enredarse en las bolsas de plástico lo que puede provocarles la muerte por asfixia.
En estos ambientes, los plásticos se acumulan en áreas conocidas como giros oceánicos, que son zonas donde los vientos crean corrientes circulares que absorben todos los residuos flotantes. En el mundo existen cinco de éstos: Pacífico Norte, Pacífico Sur, Atlántico Norte, Atlántico Sur y océano Índico. Tan sólo en los primeros tres meses de 2018 se retiraron hasta 22 toneladas de basura marina.