Cuida tu atención:<br>Estrategias para no perder el foco en medio de tantas pantallas 1

Cuida tu atención:
Estrategias para no perder el foco en medio de tantas pantallas

Reseña

Poder concentrarse en la actualidad es un reto para las personas. Hay distracciones por todos lados, gente apresurada, tráfico, pantallas y altos niveles de estrés. La concentración es el poder de conectarse con uno mismo, ignorar lo que sucede alrededor, para orientar la atención hacia una tarea y resolverla de la mejor manera posible. En este libro de Verena Steiner, especialista en estrategias para estudiar y trabajar, ella plantea dinámicas para ayudar a que las personas gestionen sus mentes para mejorar su atención y abordar el trabajo con curiosidad, buen ánimo y eficiencia.

Ideas fundamentales

  • La concentración requiere desarrollar estrategias para enfocar la atención en una tarea y no interrumpirla hasta cumplir con el objetivo.
  • El sosiego interno y la tranquilidad exterior son pilares de una estrategia efectiva para conseguir la concentración.
  • Para superar los momentos de crisis se necesita fomentar la tranquilidad y organizarse con inteligencia para atender los asuntos pendientes.
  • Destinar tiempo para uno mismo y desarrollar una sola actividad permite cumplir metas en el tiempo previsto.
  • El “primetime” es el lapso de tiempo en que las personas tienen la fuerza vital requerida para realizar trabajos complejos.
  • Interesarse y relacionarse con la tarea a ejecutar es una estrategia que facilita la concentración y permite ocuparse en objetivos exigentes.
  • La visualización de cada fase de trabajo permite enfrentar tareas complejas y se consigue mediante un impulso interior.
  • Mantener la atención requiere ser perseverante en una tarea, resolverla con una mente flexible y realizar pausas para recuperar el impulso inicial.
  • Experimentar el “flow” de trabajo implica concentrase plenamente, sin fatigarse y mantener el foco en la tarea a realizar.

Resumen

La concentración requiere desarrollar estrategias para enfocar la atención en una tarea y no interrumpirla hasta cumplir con el objetivo.

En la actualidad, es un reto que las personas consigan concentrarse. La prisa, el estrés, el exceso de trabajo y de aparatos son elementos presentes en la rutina diaria. Lograr la calma es complicado y el talento sufre las consecuencias de no poder poner el foco en las tareas prioritarias. La concentración es un asunto mental, pues para lograrla se debe adiestrar el cerebro recurriendo a métodos y técnicas que devuelvan a las personas la capacidad de mantener la atención en una sola cuestión.

“Expresado en pocas palabras, concentrarse es reunirse con uno mismo y, por un instante, orientar la atención de forma intencionada hacia un tema, ligarse a él e ignorar todo lo demás”.

Atender una tarea requiere apartar charlas ajenas al tema, ignorar el teléfono y otras pantallas, además de no permitir que ningún asunto externo interrumpa. La concentración implica desatender lo que sucede alrededor y dedicarse a un solo asunto. Para lograr la concentración se necesita comprometerse con las actividades a realizar, dándoles la importancia exigida para su ejecución. Para conseguirlo hay que detectar las obligaciones desatendidas y realizarlas a diario con una actitud positiva y de forma eficiente.

Una tarea compleja requiere máxima concentración y no caer en interrupciones. El cerebro debe orientarse hacia el trabajo, poner en marcha el conocimiento y aplicarlo. Tener el pensamiento en funcionamiento constante y enfocado a un objetivo evitará cometer errores y desarrollar ideas malas. Busque un sitio tranquilo, haga un hueco en su agenda, establezca un horario de labores y trabaje con plena concentración.

El sosiego interno y la tranquilidad exterior son pilares de una estrategia efectiva para conseguir la concentración.

El estrés y el desasosiego son sentimientos que bloquean la mente. El estrés provoca necesidad de información y estímulos sensoriales externos, mientras el desasosiego satura de ideas la mente. Organizarse y modificar los comportamientos permiten encontrar sosiego interno y externo, es decir, momentos para relajarse y desconectarse de las obligaciones para calmar la mente.

El sosiego interior se puede lograr rompiendo con la necesidad de recibir nueva información, llevando paz al cerebro y mirando hacia el interior para equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu, además de enfocar los pensamientos en lo que importa. Esto requiere de voluntad y práctica. Se puede conseguir estirando el cuerpo, cerrando los ojos, hurgando zonas de tensión física, relajándose y dando paseos breves. Estos ejercicios son medulares en la estrategia para alcanzar la concentración.

El sosiego externo se logra alejándose de los ruidos y el alboroto que distraen, pues donde mejor se puede pensar y trabajar es allí donde nadie molesta, donde hay silencio, donde las pantallas se apagan. La calma lleva a la concentración y resolver los asuntos con atención plena evita que se cometan errores. Las tareas complejas requieren un alto nivel de concentración. Estas se pueden realizar en un lugar tranquilo, eliminando ruidos ambientales, sin saturar la vista y desarrollando una actitud proactiva, de querer concentrarse para poder trabajar.

Para superar los momentos de crisis se necesita fomentar la tranquilidad y organizarse con inteligencia para atender los asuntos pendientes.

En ocasiones se presentan cuestiones inesperadas en la vida profesional, las cuales pueden poner en aprietos a las personas. Los momentos de crisis generan ansiedad y estrés, que son factores para que alguien bloquee sus capacidades y funciones cognitivas, las cuales ayudan a coordinar, priorizar y organizar los pensamientos. Una mente bloqueada no rinde con eficiencia y tiende a cometer errores. Actuar inmediatamente contra la crisis tampoco es una buena decisión. Primero hay que tranquilizarse, tener la cabeza fría, respirar y relajarse para después organizar y priorizar los problemas con inteligencia.

“La concentración surge y se mantiene con una buena organización. Quien se organiza de forma sensata podrá sintonizar mejor con cada una de sus tareas y concentrarse plenamente en ellas. Organizarse significa preparar y estructurar, y eso exige dominar los temas y pensarlos de antemano”.

La organización de las tareas posibilita superar con mayor rapidez los momentos de incertidumbre, se ahorra tiempo y energía y se tiene la cabeza despejada para pensar mejor. Si usted quiere gestionar adecuadamente una crisis, elabore una lista de tareas personales y profesionales, priorice cada asunto y distribúyalos a lo largo de la semana, anteponiendo las tareas más complejas. A corto y mediano plazos, la planificación lo liberará de momentos de incertidumbre, despejará su mente y le permitirá centrar la atención en lo más importante.

Destinar tiempo para uno mismo y desarrollar una sola actividad permite cumplir metas en el tiempo previsto.

Al realizar un trabajo, la mayoría de las personas no están capacitadas para concentrarse por completo. No son capaces de soltar el teléfono ni dejar de prestar atención a lo que ocurre alrededor. La distracción afecta la resolución de tareas exigentes.

Un trabajador eficiente es capaz de desconectarse del entorno, se mantiene a solas y se reencuentra consigo mismo. Asimismo, tiene la capacidad de guiar su mente hacia una concentración total y ocuparse en lo urgente con atención focalizada.

La estrategia para mantenerse a solas y abstraerse requiere de lo siguiente:

  • Planificación del tiempo – Se debe organizar la rutina y diferenciar los momentos de entretenimiento y de trabajo.
  • Elegir los momentos – Hay que decidir cuándo y durante cuánto tiempo se estará sin conexión.
  • Fijar límites – Implica destinar tiempo para atender una tarea prioritaria y limitar las interrupciones.
  • Momentos de soledad – Se debe dedicar tiempo para practicar actividades relajantes y que estimulen la concentración.

A la hora de planear los momentos de tranquilidad, hay que evitar la multitarea, pues aunque los pendientes sean muchos, encararlos al mismo tiempo no es una buena estrategia. Una tarea se resuelve detrás de otra, sin saturar al cuerpo ni a la mente y prestando atención a un solo trabajo. La concentración será difícil de lograr si se quieren resolver varios asuntos a la vez. Organice el tiempo, diferencie las tareas prioritarias y secundarias, concluya un tema, logre un objetivo y después atienda una nueva actividad.

El “primetime” es el lapso de tiempo en que las personas tienen la fuerza vital requerida para realizar trabajos complejos.

Si usted anhela mejorar su concentración debe ocuparse de su ritmo vital, estar pendiente de los altibajos de energía a diario y organizar sus tareas de acuerdo a ello. Hay un momento óptimo en el que las personas pueden resolver fácilmente las tareas complejas, pues es cuando tienen la suficiente energía para concentrarse y dedicar todo su esfuerzo en cumplir los objetivos.

“El primetime es el lapso de tiempo en el que dispones de más energía. Puede durar dos o tres horas y en cada individuo suele comenzar siempre en un mismo momento. Muchas personas alcanzan su punto álgido por la mañana, mientras que las ‘aves nocturnas’ se activan más tarde”.

El “primetime” de energía permite despejar la mente, tener una actitud positiva y un ánimo optimista, además de una alta resistencia para trabajar. Es el momento en que las personas se enfocan en sí mismas y trabajan con dedicación. Esto se puede lograr condicionándose en cumplir con determinada rutina y costumbres que se encaminen a concentrarse mejor. Puede ser consiguiendo un sitio especial donde pensar, incorporar estímulos que despierten la creatividad, cambiar de sitio si se pierde la capacidad de atención y estar alerta para no adquirir hábitos negativos. El cerebro funciona a tope, mantiene el ritmo y la concentración cuando se le estimula para cumplir un objetivo y no desistir hasta lograrlo.

Interesarse y relacionarse con la tarea a ejecutar es una estrategia que facilita la concentración y permite ocuparse en objetivos exigentes.

El interés es uno de los factores principales para concentrarse. Los asuntos que les atraen a las personas generan una actitud positiva para poner el foco en ellos. Interesarse tiene que ver con relacionarse con un tema, una tarea, un trabajo. El interés genera seguridad y borra el temor a cometer errores y no sentirse capaz de realizar un esfuerzo y resolver un problema. No hay mejor estrategia para concentrarse que imaginar un tema, fantasear en torno a él y vislumbrarlo a futuro.

Para tener una buena relación con el tema o la tarea a desarrollar vale aplicar las siguientes recomendaciones:

  • Dedicación – Desde que una actividad está sobre la mesa se le debe prestar atención, aunque tenga que resolverse en semanas o meses.
  • Informarse – Investigar es un paso para concentrarse, prepararse y tener maneras de abordar el problema.
  • Actitud positiva – Las metas se logran cuando las personas encaran los procesos con energía, destreza y compromiso.
  • Proyección – Realizar un trabajo implica planificar, poner plazos y acciones a seguir hasta lograr el objetivo.

Crear un vínculo emocional con el trabajo facilita la concentración y despeja la mente para encontrar soluciones. Se debe mantener un hilo conductor que guíe el proceso de trabajo hasta terminarlo. Una estrategia es plantearse objetivos exigentes para terminarlos en el corto plazo, lo cual permitirá que la mente esté ocupada y concentrada en resolver el asunto. Para ello hay que conocer el grado de dificultad del problema, plantear un resultado concreto, planificar etapas de resolución y fijar la atención en ello.

La visualización de cada fase de trabajo permite enfrentar tareas complejas y se consigue mediante un impulso interior.

La visualización es una imagen mental del trabajo. Las personas ven, sienten y viven una situación desde su imaginación. Esta cuestión es efectiva a la hora de planear la realización de un trabajo, pues el cerebro construye etapas y acciones para llegar a un objetivo. Pero sin concentración no es posible que se puedan recrear acciones y decisiones futuras. La relajación, poner en alerta los sentidos, plantearse posibles respuestas y tener un ánimo asertivo permitirá alcanzar esa imagen interior, inspirarse y activar la energía para enfocarse en una tarea compleja.

“Para activar tu energía necesitas darte un impulso interior, pasar el umbral y abordar el tema. Es importante que te sumerjas de inmediato en el trabajo y focalices sobre él todos tus pensamientos y sentimientos, es decir, que te concentres al máximo para no pensar en otra cosa y avanzar en tu camino”.

Cuando las personas vislumbran que la tarea es compleja se desalientan. Ante ello se debe dar un empujón interior, motivarse y ser conscientes del reto, para volcar la concentración en el trabajo. Esto permitirá que las nuevas tareas no se encaren con desilusión y a mediano plazo cada trabajo exigente se encare con sencillez y sea un desafío apetecible.

Mantener la atención requiere ser perseverante en una tarea, resolverla con una mente flexible y realizar pausas para recuperar el impulso inicial.

Las personas perseverantes fijan la atención hacia lo nuevo y enfocan su ánimo y su mente en realizar nuevas tareas. Pero a otras personas lo novedoso las bloquea y les quita el aliento. La alternativa es obligarse a fijar la atención en el nuevo trabajo, conectarse activamente con él, informarse y ser perseverante en tener éxito. La concentración depende de esforzarse para que la mente y el cuerpo la asimilen con una mentalidad abierta al aprendizaje, a los nuevos retos y la disposición a salir avante.

Las personas pueden entrenar su ánimo para encarar caminos complicados. Pero se debe flexibilizar la mente, aplicar una “concentración relajada” que permita al pensamiento adaptarse a cualquier circunstancia. Si usted busca tener una mente relajada y flexible aplique los siguientes consejos:

  • Ejercicios – Realice actividad física de estiramiento y distensión corporal a lo largo del día.
  • Postura – Los oficinistas pasan la mayor parte del tiempo sentados y una alternativa sería poner un atril y trabajar de pie.
  • Buen ánimo – Los retos se encaran con humor, alegría y energía positiva.
  • Distensión mental – La concentración se logra cuando el pensamiento fluye sin presiones.

Una mente cansada y tensa no funciona correctamente. Es momento de tomar una pausa que calme el pensamiento, regenere la energía y vuelvan a liberarse los canales de reflexión y memoria. La concentración no se logra presionando a la mente para enfocarse en algo, pues de vez en cuando la solución está en el ocio, en holgazanear unos minutos, perder el tiempo, tomar una siesta y desconectarse por un breve momento.

Experimentar el “flow” de trabajo implica concentrarse plenamente, sin fatigarse y mantener el foco en la tarea a realizar.

La concentración es un proceso de perfección y crecimiento mental para encarar la vida profesional. Las personas tranquilas, voluntariosas y dispuestas a enfocarse son las que dan lo mejor de sí. Se interesan por un tema, aman su trabajo y los retos futuros, practican la calma y no presionan a su cerebro más allá del límite, además de que no caen en la tentación de las pantallas ni del ruido exterior. Es más, llevan a cabo una estrategia para que la mente evolucione y supere esos límites. Son personas que disfrutan resolver problemas, se concentran y experimentan el flow.

“Durante el flow la concentración se mantiene sin cansancio, estás absorto por completo en tu actividad, te olvidas del tiempo y de ti mismo y te sientes relajado y mentalmente despierto, todo fluye”.

En un estado de relajación, de flow, el cerebro trabaja de forma óptima y economiza su energía. La “experiencia de flujo” aporta bienestar emocional, puesto que se encara la realidad con dicha, con gratitud y satisfacción. Durante el flow se alcanzan altos niveles de concentración y la atención, los pensamientos, los deseos y las voluntades de las personas se enfocan en la tarea a realizar. Lo que origina una armonía interior y destreza mental que capacita a las personas para sortear los retos más complicados.

Sobre el autor

Verena Steiner, bioquímica por la Escuela Politécnica Federal de Zurich, ha impartido cursos sobre estrategias para pensar, trabajar y estudiar. Fue profesora visitante en la BOKU de Viena.

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