Seguro que los has visto en el laboratorio en productos o reactivos, probablemente sepas que significan pero no su importancia. Pues bien, los símbolos de riesgo químico son unos pictogramas que se están estampados en las etiquetas de los productos químicos y que sirven para dar una percepción instantánea del tipo de peligro que entraña el uso, manipulación, transporte y almacenamiento de estos.
Estos pictogramas están diseñados para ser intuitivos y advertirte sobre una posible amenaza. Sin embargo, son solo una parte de un sistema de clasificación y etiquetado universal más grande que identifica y clasifica productos químicos peligrosos. Es el Sistema Global Armonizado de clasificación y etiquetado de productos químicos (SGA) o Globally Harmonized System of Classification and Labelling of Chemicals (GHS).
La necesidad de algo como el SGA proviene de un hecho simple, constantemente utilizamos productos químicos en nuestra vida cotidiana de una manera u otra. Están en nuestro jabón, nuestras medicinas, nuestra ropa e, incluso, nuestra comida. También son parte de muchos procesos industriales utilizados para desarrollar productos que utilizamos todos los días para hacer nuestras vidas más fáciles, seguras y cómodas. Estos productos químicos se compran y envían de todo el mundo y las diferencias en el lenguaje y el etiquetado pueden hacer que la exposición a ellos sea peligrosa.
A principios de la década de 1990, la comunidad internacional reconoció que si los productos químicos iban a ser enviados y utilizados en todo el mundo, sería mejor todos supieran cómo reconocer qué era cada cosa. El SGA se desarrolló para clasificar y etiquetar los productos químicos de acuerdo con su nivel de riesgo. Fue adoptado y comenzó a implementarse en 2002. Actualmente, el SGA abarca 68 países de todo el mundo, desde Argentina, Bolivia, Brasil, EE.UU., la Unión Europea, Suiza, Gambia, Nigeria, Senegal, Zambia, Australia, China, Indonesia o Filipinas.
La forma en que funciona el sistema es simple. Una vez que un producto químico se clasifica en un país como carcinógeno, tóxico o inflamable de acuerdo con los criterios del SGA, se etiqueta y luego se identifica como tal en todos los países que usan el sistema.
Pero lo más importante es que los 68 países disfrutan del mismo nivel de protección gracias a estos criterios de clasificación acordados universalmente, que incluye pictogramas reconocibles al instante, palabras de advertencia y declaraciones de peligro. Estos identifican el grado y el nivel del peligro del producto químico, desde el de un irritante de la piel hasta el posible daño a un órgano. Por lo tanto, cualquiera que fabrique, almacene, transporte, manipule o utilice estos productos químicos puede identificar los riesgos planteados y aplicar las medidas de protección adecuadas.
A continuación te recuerdo el significado de cada uno de ellos:
Toxicidad aguda
La calavera y las dos tibias cruzadas advierten de que el producto genera efectos adversos para la salud, incluso en pequeñas dosis, y con consecuencias inmediatas. Al entrar en contacto con el mismo se pueden sentir náuseas, vómitos, dolores de cabeza, pérdida de conocimiento. En caso extremo, puede causar la muerte.
Precaución: todo el contacto con el cuerpo humano debe ser evitado.
Corrosivo
El producto puede atacar o destruir metales y causar daños irreversibles a la piel, ojos u otros tejidos vivos, en caso de contacto o proyección.
Precaución: No inhalar y evitar el contacto con la piel, ojos y ropas.
Irritación cutánea
El signo de exclamación es una advertencia de los efectos adversos que el producto puede provocar en dosis altas. Algunas de estas consecuencias negativas son irritación en ojos, garganta, nariz y piel, alergias cutáneas, somnolencia o vértigo.
Precaución: todo el contacto con el cuerpo humano debe ser evitado.
Peligroso por aspiración
Estos productos pueden llegar al organismo por inhalación y causar efectos negativos muy diversos, en especial, muy graves a largo plazo. Pueden provocar efectos cancerígenos, mutágenos (modifican el ADN de las células y dañan a la persona expuesta o a su descendencia), tóxicos para la reproducción, causar efectos nefastos en fertilidad, provocar la muerte del feto o malformaciones, modificar el funcionamiento de ciertos órganos, como el hígado, el sistema nervioso, etc., entrañar graves efectos sobre los pulmones y provocar alergias respiratorias.
Precaución: debe ser evitado el contacto con el cuerpo humano, así como la inhalación de los vapores.
Peligroso para el medio ambiente acuático
Este pictograma con un árbol y un pez indica que el producto provoca efectos nefastos para los organismos del medio acuático (peces, crustáceos, algas, otras plantas acuáticas, etc.).
La anterior clasificación consideraba los efectos tóxicos también sobre el medio terrestre e incluía una frase de riesgo indicativa del peligro del producto sobre la capa de ozono.
Manipulación: debido a su riesgo potencial, no debe ser liberado en las cañerías, en el suelo o el medio ambiente.
Explosivo
Este símbolo de una bomba hecha añicos, alerta de que el producto puede explotar al contacto con una llama, chispa, electricidad estática, bajo efecto del calor, en contacto con otros productos, por rozamiento, choques, fricción, etc.
Los aerosoles de todo tipo, incluso cuando se han acabado, son explosivos por encima de 50 ºC.
Precaución: evitar golpes, sacudidas, fricción, flamas o fuentes de calor.
Inflamable
El producto comienza a arder de forma muy fácil, incluso por debajo de 0 ºC, al contacto con una llama, chispa, electricidad estática, etc. Por calor o fricción, al contacto con el aire o agua, o si se liberan gases inflamables.
Precaución: evitar contacto con materiales ignitivos (aire, agua).
Comburente
A diferencia del pictograma para los productos inflamables, la llama está encima de un círculo. Se hace esta distinción para avisar de que el producto es comburente.
Un agente oxidante o comburente es un compuesto químico que oxida a otra sustancia en reacciones redox, en estas reacciones, el compuesto oxidante se reduce. Son productos que en contacto con otras sustancias, sobre todo inflamables, pueden provocar, avivar o agravar un incendio o una explosión.
Precaución: evitar su contacto con materiales combustibles.
Gas
El dibujo de la bombona señala que es un envase con gas a presión. Algunos pueden explotar con el calor, como los gases comprimidos, licuados o disueltos. Los licuados refrigerados pueden causar quemaduras o heridas criogénicas, al estar a muy baja temperatura.
En la anterior normativa no había un símbolo para estos productos a presión o comprimido, tan solo una frase de peligro.
Precaución: No lanzarlas nunca al fuego.
Como has visto, la importancia de estos pictogramas es grande. La idea es lograr que en todo el mundo se utilicen los mismos símbolos y, de esta forma, acabar con la situación actual que considera la peligrosidad de una misma sustancia de manera diferente en distintos países.
Fuentes
www.unece.org
www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2011/01/17/198332.php
Imágenes: pixabay