«Dime y olvidaré, muéstrame y podría recordar, involúcrame y entenderé». El mensaje de este proverbio chino es que si te relacionas con un tema, lo entenderás mejor.
Pero un informe de la UNESCO sugiere que pocos de nosotros nos involucramos lo suficiente con nuestros sistemas educativos para entender realmente lo que está sucediendo con la educación.
Aunque en gran parte tiene como objetivo proporcionar orientación a los gobiernos sobre cómo alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (lograr una educación inclusiva y equitativa de calidad para todos en 2030), el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (Informe GEM) 2017/18 tiene lecciones valiosas para cualquier persona preocupada acerca de cómo las generaciones futuras se desarrollarán y qué mundo formarán.
El informe dice: «Los gobiernos, las escuelas y los maestros deben jugar un papel preponderante, junto con los mismos estudiantes y sus padres».
Proporciona ejemplos de lo que no funcionó bien y muestra por qué los padres, de hecho, todos los ciudadanos, deberían preocuparse más por la educación.
En la introducción del informe, Irina Bokova, directora general de la UNESCO, dice: «Todos tienen un papel que jugar para mejorar la educación. Esto comienza con los ciudadanos, con el apoyo de las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones de investigación, que señalan brechas en la educación de calidad y equitativa».
Libros de texto
Uno de los mensajes del informe sostiene que no se trata solo de lo que sucede en el aula, sino que también el contenido en los materiales didácticos necesita más atención.
El estudio destaca los libros de texto que se estaban preparando para las escuelas de Texas que contenían «hechos del cambio climático sumamente distorsionados y presentados como una opinión competente».
El sitio de incidencia política La Red de Acción dice que las inexactitudes incluían información tomada directamente de un grupo escéptico sobre el cambio climático, mientras que a los estudiantes se les decía: «Los científicos no están de acuerdo sobre lo que está causando el cambio climático».
Después de las peticiones en línea, los editores voluntariamente cambiaron parte de su mensaje, dice la UNESCO.
Pero responsabilizar a los principales editores de material educativo es difícil, dice el informe, porque «realmente solo responden ante sus accionistas».
En definitiva, lo que contienen los materiales educativos influye en lo que los adultos del mañana creerán. Asegurarse de que los materiales sean precisos es responsabilidad del gobierno, que paga las facturas de las grandes compañías. Solo la presión de los votantes, los estudiantes y los docentes hará que los legisladores presten atención a lo que se publica en los libros y en los sitios web.
Bokova dice: «Responsabilidad significa ser capaz de actuar cuando algo anda mal, a través de políticas, legislación y apoyo, incluso a través de defensores del pueblo para proteger los derechos de los ciudadanos».
Basta del juego de la culpa
Los titulares de los medios acerca de los problemas en las escuelas y los malos resultados a menudo están vinculados a los informes de inspección destinados a ayudar a mejorar el rendimiento. Sin embargo, el informe de la UNESCO dice que «los mecanismos de rendición de cuentas pueden ser perjudiciales si están mal diseñados».
«Un enfoque de responsabilidad basado en la culpa se asocia con consecuencias indeseables. Las recompensas, como la remuneración de los maestros relacionada con el rendimiento, han tenido efectos perjudiciales: la colaboración entre pares se deteriora, el plan de estudios se reduce y la enseñanza se concentra en aprobar las pruebas».
Esto, a su vez, puede llevar a una cultura que priorice a los alumnos que probablemente obtengan buenos resultados. Bokova dice: «Hay mucha evidencia que muestra que los exámenes clasificatorios basados en medidas de desempeño estrechas pueden alentar los esfuerzos para ‘jugar con el sistema’, lo que afecta negativamente el aprendizaje y castiga de manera desproporcionada a los marginados».
El informe agrega: «Se puede construir la confianza en el sistema educativo elevando el estatus profesional de los docentes, mejorando la capacidad de los líderes escolares y promoviendo la colaboración a través de comunidades de aprendizaje profesional».
Los docentes en Finlandia, que obtienen mejores resultados que la mayoría de sus pares europeos en las clasificaciones internacionales de matemáticas, ciencia y lectura de Pisa, tienen un sistema en el que las escuelas primarias y secundarias y los docentes no rinden cuentas a través de calificaciones en los exámenes. En cambio, el monitoreo de los estándares se basa en evaluaciones nacionales en una muestra de escuelas.
«Los altos niveles de confianza de los profesionales de la educación terciaria también reducen la necesidad de procesos de acreditación o aprobación; el foco se pone en la autoevaluación y el desarrollo profesional».
Por el contrario, en Grecia, la gran desconfianza entre los docentes y el gobierno ha paralizado cualquier discusión sobre la responsabilidad durante años, dice la UNESCO.
Ausentismo escolar: es hora de crecer
Una de las razones principales por la que los niños fracasan en las escuelas es que simplemente no asisten. Los principales responsables de controlar la asistencia escolar son los padres o tutores.
La ausencia escolar se asocia con consecuencias negativas, como fracaso en los exámenes, abandono escolar, embarazo adolescente, abuso de sustancias y actividades delictivas.
Entre los países de la OCDE en los últimos resultados de Pisa, casi el 20 % de los estudiantes de 15 años informaron haber faltado a la escuela al menos una vez en las dos semanas anteriores. Mientras tanto, en promedio, uno de cada tres adolescentes de entre 13 y 17 años en los 33 países en la Encuesta Mundial de Salud Escolar informó haber faltado a clases en los últimos 30 días. Este porcentaje difería del 20 % en las Bahamas y Uruguay a más del 40 % en Laos, Omán y Tokelau.
El informe sugiere que mejorar la responsabilidad de los padres es la clave para una mejor asistencia, y comienza con una buena relación entre la escuela y los padres.
Por ejemplo, en Suazilandia, donde las tasas de ausentismo entre los adolescentes eran del 27 % en los niños y del 18 % en las niñas, los estudiantes que recibían apoyo de los padres, como control de las tareas, comprensión de los problemas y supervisión del trabajo escolar en general, tenían menos probabilidades de informar que no habían asistido a la escuela durante los 30 días anteriores que aquellos que no recibían apoyo.
Y en un área con desventajas educativas de París, Francia, un programa ofreció a los padres información sobre cómo funcionaban las escuelas, y consejos sobre cómo apoyar y controlar el trabajo escolar de sus hijos.
Al final del año escolar, la proporción de padres que participaban activamente en la asociación de padres era del 37 % en las clases que habían participado en el programa en comparación con el 25 % de las que no lo habían hecho. Esto condujo a una disminución de aproximadamente el 25 % de las ausencias injustificadas en las clases participantes.
Recuerde quién es básicamente el responsable
El informe deja en claro que la responsabilidad última de lo que sucede en los sistemas educativos recae en los gobiernos.
Si las personas no están satisfechas con su sistema educativo, deben decírselo a sus representantes electos y, si no responden, entonces las urnas son la última sanción contra los políticos y partidos que no pasan la prueba de educación.
Bokova dice: «Responsabilidad significa ser capaz de actuar cuando algo anda mal, a través de políticas, legislación y apoyo, incluso a través de defensores del pueblo para proteger los derechos de los ciudadanos».
«Necesitamos mecanismos más sólidos para consagrar y hacer cumplir el derecho a la educación y hacer que todos los gobiernos [incluidos aquellos que ayudan a pagar los programas en el extranjero] respondan por su compromiso».