EL ARGUMENTO<br>Siete historias llenas de sabiduría y enseñanzas para ser mejor persona y profesional 1

EL ARGUMENTO
Siete historias llenas de sabiduría y enseñanzas para ser mejor persona y profesional

Reseña

En estas historias, el empresario español Juan Mateo comparte, a través de siete breves fábulas, cuentos y anécdotas personales, valiosos consejos para ser no únicamente un mejor profesional sino además una mejor persona. Según Mateo, la clave para logarlo es construir un argumento en la vida –es decir, una razón– que permita darle un sentido profundo a todo lo que se hace y que será la fuente que brinde alegría en la cotidianidad así como fortaleza y ánimo para perseverar cuando se atraviesen circunstancias difíciles. Escrito en un tono íntimo, directo, honesto, a veces muy jocoso y hasta irreverente, este libro resulta muy ligero y entretenido pues brinda valiosas reflexiones sobre la vida y el mundo empresarial. Se  recomienda los relatos de Juan Mateo a empresarios, personas de negocios y a cualquier lector que desee pasar un momento de recreación y reflexionar sobre los valores que conducen a ser una mejor persona en la vida y en el mundo de los negocios.

Ideas fundamentales

  • Para darle un sentido profundo a la vida, debe contarse con un argumento que justifique los esfuerzos que muchas veces es necesario realizar.
  • Las mayores riquezas en la vida se encuentran al alcance de todas las personas en lo cotidiano. Hay que aprender a identificarlas, saborearlas y dejar de sobrevalorar lo que no se tiene.
  • Es importante entrenarse para enfocarse en lo positivo e identificar las cosas valiosas de la vida que no se están valorando.
  • Una práctica saludable es reconocer el valor de las personas y hacérselo saber.
  • El esfuerzo y el trabajo constantes son dos elementos clave para la realización profesional de cualquier persona.
  • Un ejercicio saludable, además de necesario, para ser feliz es asumir el control de las propias acciones cuando se ejerce la libertad para decidir.
  • Tener la razón no es algo que se defina en función de imponer miedo a los demás.
  • El respeto se desarrolla cultivando el reconocimiento y el afecto.
  • Hay que aprender a callar y escuchar con atención.
  • Formarse juicios de las personas a partir de versiones de terceros, o sin conocer todas las versiones sobre un caso, puede conducir a cometer injusticias y otros errores crasos.

Resumen

La importancia de tener un argumento en la vida

Al morir, un amoroso hombre, quien fue un excelente padre en vida, deja una carta a su hijo, quien se siente pleno de amor y agradecimiento hacia su progenitor. En esta le revela un mensaje que el padre considera un legado crucial: “la vida es una cuestión de argumentos” y el ser feliz no se define por el estatus que se ostenta o las cosas que se tengan.

“La felicidad depende del argumento que sustenta todo el inmenso esfuerzo que hay que hacer para seguir caminando cada día en medio de las dificultades. Si no tienes un ‘por qué’ que justifique ese esfuerzo, la vida no tiene sentido””.

La felicidad, le comunica el padre al hijo en su misiva, tampoco depende de las circunstancias que rodean a las personas, ya que es una ley ineludible de la vida que no son estáticas y que cambian continuamente.

Por el contrario, la cuestión de la felicidad dependerá del argumento que fundamente el enorme esfuerzo que se requiere para seguir avanzando día a día a lo largo de la vida, sorteando las dificultades que pueden encontrarse en el camino. La vida tiene sentido cuando se define un “‘por qué’ que justifique ese esfuerzo”.

“Nunca trabajes en aquello que no amas. Haz lo que amas o ama lo que haces. Esa, sin ninguna duda, es la base del éxito””.

De esta manera, las lecciones que se desprenden de esta carta son las siguientes:

  • Lo que le da sentido a la vida es contar con un argumento que justifique los grandes esfuerzos que en muchas ocasiones hay que realizar.
  • El motor que impulsa a las personas a alcanzar sus objetivos se construye con las razones –es decir, los por qué – que se tengan. “Si no hay ‘por qué’, no hay ‘para qué’”.
  • No es bueno trabajar en lo que no se ama. Para tener éxito, debe hacerse lo que se ama y amar lo que se hace.
  • Las personas no deben esperar que alguien más las motive.
  • Lo importante es que busque a alguien mejor que le ayude a encontrar su argumento. 
  • Escuchar es la clave para decidir qué es lo importante y echarse a andar.
  • Debe avanzarse sólo hasta que se descubra el por qué, sin importar cuánto tiempo requiera encontrarlo, pues incluso esta búsqueda resulta apasionante.
  • No es recomendable empeñarse en buscar las razones que puedan explicar lo pasado; es preferible centrarse mejor en las razones que construyen el futuro. 
  • Lo primero es una pérdida de tiempo y energía sin sentido; lo segundo, es el camino para hacer los sueños realidad.
  • Amar, en todo sentido, es estar vivo.
  • Es importante sentir pasión por los proyectos en los que se participe. Eso promueve un sentimiento de satisfacción.

El verdadero tesoro

Gonzalo se siente sumamente abrumado porque su negocio va mal y tendrá que vender sus acciones; por un momento piensa que ser rico lo resolvería todo. Al momento de la venta, cuando el millonario que le comprará su parte ve la fotografía de la esposa e hijo de Gonzalo en el protector de pantalla de la computadora, el acaudalado y exitoso hombre de negocios rompe, inconsolable, en llanto. Le cuenta a Gonzalo que su hijo sufrió un trastorno mental irreversible por una sobredosis de droga, de la que el hombre no pudo salvarlo. El millonario le confiesa a Gonzalo que su fortuna no vale nada comparada con la felicidad de tener una familia sana y poder disfrutar de ella y que ese es el verdadero tesoro en la vida.

“Nunca nadie podrá motivarte, ni tú deberías exigírselo. Lo único importante es buscar a quien mejor te ayude a encontrar tu argumento””.

Esta historia invita a reflexionar sobre los siguientes aspectos, entre otros:

  • Los tesoros verdaderos en la vida están al alcance de las personas todos los días en su cotidianidad. Hay que aprender a detectarlos y disfrutarlos. Asimismo, habría que preguntarse por qué se tiende a sobrevalorar lo que no se tiene.
  • Es saludable tomarse un momento para acercarse a los compañeros de trabajo, pensar en lo bueno que caracteriza a esa persona y decírselo, así como reconocer con toda sinceridad de manera pública los méritos de los demás y alegrarse genuinamente cuando alguien más reciba un halago.
  • Es importante cuestionarse cuántas veces se tiende a enfocarse en lo positivo o en lo negativo, cuáles son las cosas valiosas de la vida que no se están apreciando y cuándo fue la última vez que se les expresó a los seres queridos que se les aprecia. 
  • Cuando la tristeza embarga al vivir momentos difíciles, hay que pensar en todo lo bueno que se tiene alrededor y luchar por que se mantenga así. Esa actitud brinda la fuerza necesaria para salir avante ante los retos y las amarguras de la vida.

El sentido del esfuerzo

Un escritor de edad madura con cierto prestigio se cuestiona sobre la trascendencia de su quehacer como escritor. Una parte importante de su debate interior tiene que ver con la pregunta de qué tan relevante debe ser una obra para que se considere que valga la pena.

“Escucha, escucha, escucha y escucha… Luego decide tus razones y ponte en marcha””.

El escritor sale a dar un paseo por la playa, la cual se encuentra tapizada de estrellas de mar; el escritor se encuentra con un muchacho que, con paciencia y entusiasmo, recoge una estrella a la vez, corre hacia el mar y la lanza de vuelta al agua para salvarle la vida. Cuando el escritor cuestiona al muchacho qué sentido podía tener que se esforzara para salvar una estrella de mar cuando en la arena había miles de ellas que morirían, el muchacho le responde con una valiosa lección: para la estrella salvada, su esfuerzo tuvo todo el sentido.

“No avances hasta descubrir ‘por qué’. No importa el tiempo que te lleve encontrarlo, hasta su búsqueda es apasionante””.

Este cuento revela ideas como las siguientes:

  • La vida descansa en la constancia, la cual depende de muchas acciones pequeñas continuas, no en los grandes despliegues ni en los alardes. En todos los aspectos de la vida, el triunfo se basa en el trabajo constante para conseguir un objetivo. Y es la claridad del objetivo lo que le da sentido a nuestros esfuerzos.
  • Creer en algo puede transformar la realidad, pues esa creencia puede brindar una motivación extraordinaria para hacer cosas que generen cambios.
  • Hay que evitar de manera consciente excusarse en la magnitud de un proyecto para justificar no realizarlo; estas excusas pueden ser, por ejemplo: “yo no puedo acabar con el hambre en el mundo”, “es imposible luchar contra el sufrimiento humano” o “no puedo ser el padre de todos los necesitados”.
  • Aunque eso sea verdad, siempre es posible concentrarse, como el muchacho con las estrellas de mar, en hacer la diferencia. No debemos “escondernos de nuestra obligación de acudir a lo posible”.

Responsabilizarse de la propia felicidad

Un exitoso hombre de negocios narra su historia, desde su lujosa oficina en uno de los edificios más sofisticados en la mejor zona de Madrid. El hombre tenía la constante costumbre de siempre quejarse y culpar a las personas, las circunstancias y a la vida en general por las cosas que en realidad eran responsabilidad de él, llega a un punto de quiebre ante su resentimiento.

“Tener razón no depende del miedo que infundamos. Además, tener razón, la mayoría de las veces, carece de importancia””.

Un buen amigo lo enfrenta y le dice que deje de quejarse, se responsabilice por sus acciones para ser dueño de su vida y aprenda a pedir apoyo de manera responsable. El hombre sigue el consejo, y logra el éxito.

Este relato brinda enseñanzas como:

  • La responsabilidad de decir sí o no es tuya, pues tienes la libertad para decidir, y debes asumir las consecuencias de tus decisiones.
  • La vida que se lleva es consecuencia de las decisiones que has tomado y la manera en que eliges decidir está determinada por tu propia idiosincrasia.
  • Inventar excusas es una trampa que impide alcanzar la felicidad y la autorrealización.
  • Es mejor alejarse de los quejumbrosos y de los que piensan que la realización es cuestión de suerte y no de responsabilidad.

Elegir un legado: sonrisas o cicatrices

Miguel es dueño de una empresa y está perdiendo a sus colaboradores más valiosos por su mal carácter. Cada vez que se siente frustrado o bajo estrés, se dirige de manera violenta y ofensiva a las personas con las que interactúa.

“Hoy, con 80 años, lo sé con toda seguridad es que me quedan miles de cosas por aprender””.

Enrique, su amigo y consejero, le dice a Miguel que cada vez que no controle su carácter, debe clavar un clavo en la pared detrás de la puerta de su oficina. Al término del primer día de realizar el ejercicio, Miguel cuenta 30 clavos en la pared y se siente avergonzado. Poco a poco, la cantidad de clavos empieza a disminuir a medida que Miguel modifica su carácter. Con el paso de los días, llega el momento en que al terminar la jornada no ha tenido que clavar ni un solo clavo.

“Emitir juicios sobre personas o situaciones que provengan de fuentes que no sea uno mismo siempre encierra el riesgo de cometer las mayores injusticias y equivocaciones””.

El siguiente paso que Enrique le indica es que por cada día que pase sin agredir a las personas desclave un clavo. Cuando ya no quedan clavos en la pared de Miguel, Enrique le hace ver que los hoyos que han quedado en el muro son como las cicatrices que sus agresiones dejan en las personas: cada insulto es como un clavo y, aunque este se retire, deja tras de sí una cicatriz de dolor.

“Los prejuicios son la antítesis del progreso pues demuestran la incapacidad de observar aquello que no se corresponde con nuestra realidad””.

Esta historia transmite lecciones como:

  • Tener la razón no depende de infundir miedo.
  • El respeto se construye desde el reconocimiento y también con el cultivo del afecto.
  • Aunque nadie es imprescindible, perder a alguien por el propio orgullo es un error craso.
  • Hay que considerar a las personas que merecen reconocimiento, y dárselo.

Consejos de un abuelo sabio

Mediante la narración de varias anécdotas y ricas así como sumamente interesantes recuerdos ilustrativos a la vez que altamente emotivos, los cuales fueron adquiridos durante su larga vida, un abuelo amoroso y pleno de buen humor le transmite, entre otras, las siguientes enseñanzas, de gran valía tanto ética como práctica, a su nieto:

  • Saber cuándo callar y aprender a practicar una escucha atenta permite evitar muchos errores y problemas en todos los campos de la vida.
  • Tener fracasos es un indicador de que se están corriendo los riesgos que son necesarios para construir el éxito.
  • Aunque el pasado no se puede cambiar sí puede dejarse atrás.
  • Las personas suelen preocuparse por demasiadas cosas que no ocurrirán.
  • Envejecer es un estado mental y durante toda la vida siempre hay cosas por aprender.
  • La felicidad depende de amar.
  • Para triunfar en la vida y mantener dicho triunfo, hay que saber compartir los éxitos y desarrollar un profundo sentido de equipo.

Las cosas pueden no ser lo que parecen

La historia de un rey que parecía bueno pero no lo era, de una princesa a la que, aunque la pintaban como tonta de eso no tenía ni un pelo, de un príncipe que nunca existió y de un dragón que no era un villano sino un personaje bueno, socarrón y encantador, es una fábula que plantea las siguientes reflexiones:

  • Juzgar a la gente o formarse juicios sobre las situaciones a partir de la información que brinden otros medios o personas conlleva el riesgo de equivocarse y además cometer una injusticia.
  • Los prejuicios impiden el progreso, pues implican que la única realidad válida y deseable es la propia.
  • No hay que dejarse llevar por la posición social de las personas; para formarse una idea sobre ellas, es mejor conocerlas y establecer una interacción directa.
  • En cualquier ámbito, es importante siempre conocer las historias desde todos sus ángulos y no dejarse llevar por las versiones específicas.

Sobre el autor

Juan Mateo es orientador de directivos, consultor de empresas multinacionales y autor de exitosos libros de superación profesional

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